El entorno del hotel. El Parque del Parral, las Huelgas y el Hospital del Rey La riqueza monumental de la ciudad de Burgos ofrece al viajero rutas atractivas desde cualquier lugar. Pero sin lugar a dudas, el edificio más emblemático en el entorno del hotel Abadía es el Real Monasterio de las Huelgas, fundación real del rey Alfonso VIII y Leonor de Inglaterra en el año 1187. Aunque ahora se encuentra integrado en el casco urbano burgales, en origen estaba situado en un lugar retirado de la ciudad, aunque próximo a la misma ya que era una zona de descanso, de recreo, de “huelgo”.
Fue erigido como panteón regio, donde descansan los reyes fundadores y miembros de la familia real. A parte del Panteón Real, el interior del monasterio nos ofrece una gran riqueza artística. Hay que destacar el claustro románico denominado “las Claustrillas”, la iglesia del Monasterio construida bajo los modelos del gótico cisterciense, el claustro gótico de San Fernando, la capilla de la Asunción muestra del arte almohade, la mudéjar capilla de Santiago y el Museo de Telas Medievales en el que se pueden contemplar una de las mejores colecciones europeas de telas medievales.
Después de atravesar el Parque del Parral nos encontramos con el Hospital del Rey, una de las instituciones hospitalarias de todo el Camino de Santiago, ahora integrado en el campus universitario de Burgos. Fue fundado por el rey Alfonso VIII a finales del siglo XII y fue jurisdicción de la Madre Abadesa del Monasterio de las Huelgas. La primitiva construcción cisterciense fue sustituida por una nueva en tiempos del emperador Carlos I. Destaca la puerta plateresca de Romeros que da acceso a la Facultad de Derecho y al rectorado de la Universidad de Burgos. De la iglesia llaman la atención las puertas de madera del siglo XVI con distintos motivos jacobeos, entre los que destaca una mujer amamantando a su hijo mientras camina.
Ruta del Parque de la Isla: Recorriendo la margen derecha del río Arlanzón, aguas arriba, atravesamos el Parque de la Isla, el más céntrico y popular de todos los paseos de Burgos. Se fue formando desde finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX con sucesivas intervenciones urbanísticas siempre con criterios de asueto ciudadano y según el gusto histórico de la época. Todo esto ha hecho que el lugar se haya configurado como un lugar de especial encanto que lo ha convertido en un auténtico jardín botánico. Un agradable hasta el centro de la Ciudad.