Este itinerario de poco más de cien kilómetros arranca en Villanueva Soportilla, junto a las Hoces de Sobrón; el cañón abierto por el Ebro es una invitación al disfrute de la naturaleza; una carretera local conecta con la BU-525, para llegar a santa Gadea del Cid. Más adelante, tras conectar con la N-I, se encuentra Pancorbo, a las mismas puertas del desfiladero, y antigua etapa clave de la ruta jacobea. En las afueras, las ruinas del fuerte de santa engracia recuerdan la lucha contra las tropas napoleónicas. La N-I enlaza con la cercana Miranda de ebro.
La misma carretera continúa hasta la Puebla de Arganzón, en el Condado de Treviño; esta villa guarda tesoros artísticos como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. A pocos kilómetros, por la CL-127, se llega a Treviño, que conserva estupendas casas blasonadas. La cercana ermita de San Vicentejo constituye uno de los mayores tesoros del románico.
Desde Sáseta se perciben las formaciones del desfiladero del río Ayuda. La CL-127 nos lleva a Obécuri, último pueblo del Condado, con una bella ermita barroca y extensos hayedos y robledales en sus inmediaciones.
Un gigantesco y casi infranqueable anfiteatro montañoso rodea las tierras burgalesas de las riberas del ebro y del Condado de Treviño. Desde siempre, las únicas puertas de acceso a estas dos comarcas naturales han sido una serie de espectaculares desfiladeros. Los más importantes son los de Pancorbo y sobrón. El primero de ellos ha ejercido como paso importantísimo para los distintos pueblos que han vivido en la península Ibérica y como vía natural de comunicación entre las tierras del centro y el norte de españa.
Los Montes Obarenes representan una separación natural de las comarcas que forman las riberas del ebro y el Condado de Treviño con el resto de la provincia. Los desfiladeros que forma el cauce del río definen y marcan un entorno montañoso, rico en especies vegetales, masas forestales, aves rapaces y fauna variada. En cualquier caso, los desfiladeros han sido las puertas de entrada a la meseta y esconden en su interior bellas localidades y un rico patrimonio artístico y arquitectónico.